Las calderas son una parte importante en la industria del agua, y es crucial que funcionen correctamente para producir el agua caliente y vapor que se necesita. La mayoría de las calderas funcionan mediante el quemado de combustibles como gas o fuel oil para producir energía térmica. Esta energía se utiliza para encender un fuego en un horno, el cual produce vapor a alta presión. Este vapor pasa por un serpentín y se enfría hasta que alcanza la temperatura deseada, momento en el que se descarga a través de las válvulas. En este post te explicamos cómo funciona una caldera y cuáles son los principales componentes que la forman.
El tratamiento del agua industrial es necesario ya que si se utiliza agua sucia en el proceso de producción, las sustancias no deseadas pueden tener un efecto negativo en la calidad del producto. Y si se usa agua en los procesos de producción, las impurezas pueden afectar directamente la calidad del producto.
Las calderas industriales o generadores de calor son equipos complejos capaces de producir calor al quemar combustible. Dicho de otro modo, se trata de instrumentos térmicos que tienen cómo propósito convertir el agua o fluido caloportador en vapor mediante la quema de cualquier tipo de combustible. En la actualidad, se utilizan en numerosos procesos industriales que requieren altas temperaturas como en la industria química o petroquímica, entre otras.
Ahora qué ya sabemos que son, veamos las diferentes partes que conforman una caldera industrial:
Es el único responsable de la quema de combustible. Y puede ser combustible líquido, gas o sólido produciendo una llama.
Es dónde se quema el combustible y dónde se alcanzan las temperaturas más altas y que en ocasiones puede llegar a los 2.000ºC.
En él se produce un intercambio de calor entre los gases y el agua. Por un lado, conduce el humo producido en la combustión hacia la caja de humos y por otro lado, se encarga de arrebatar la mayor cantidad posible de calor para luego cederla al agua.
Es donde confluye el humo para ser enviado posteriormente hacia el exterior
Una vez el agua entra en la caldera y ha absorbido el calor es enviada de nuevo hacia la instalación
Es donde circula el agua que se calienta al absorber el calor de las paredes que la contienen
Aunque existen diferentes prototipos y diseños de fabricación, las calderas industriales se pueden clasificar en tres grandes grupos:
Son aquellas cuyos gases proceden de la combustión del propio combustible y circulan por el interior de los tubos. El combustible se quema en la cámara de combustión, en donde tiene lugar la transmisión de calor por radiación. Los gases resultantes circulan a través de los tubos que forman el haz tubular donde tiene lugar el intercambio de calor. Una vez realizado el intercambio térmico, los humos se expulsan al exterior a través de la chimenea.
A diferencia de la anterior, es el agua el que circula por el interior de los tubos de agua formando un circuito cerrado. Este tipo de calderas industriales, pueden estar dotadas de otros elementos de intercambio de calor como: el recalentador o el economizador. Y su composición consta de una cámara de combustión, tubos de agua y el refractario, lugar donde se produce la combustión. En este caso, los gases resultantes de la combustión son conducidos a través del circuito de la caldera y expulsados a la atmósfera a través de la chimenea.
Se trata de una variedad de las anteriores. El volumen de agua utilizado es menor en relación a la cantidad de calor que se inyecta. Esto favorece que se produzca una vaporización instantánea.
Desde antiguas calderas de vapor hasta calderas de gas, carbón o de condensación. Una evolución que se ha producido a lo largo de los años y que nos ha acompañado tanto en nuestros hogares como en las diferentes industrial del planeta. ¿Cuál es el reto ahora? Reducir las emisiones de gas durante los próximos 5 años y diseñar nuevos prototipos y sistemas como las calderas de biomasa. Fuentes de calor mucho más sostenibles y eficientes.